Capitulo 7

Luis no sabe qué hacer con el libro que ha recibido.
--no claro. No puedo ir y devolvérselo.
--si, pobre gorda. Se sentiría fatal –dice Carlos riéndose.
--No sé qué hacer pero voy a tener que vigilar lo que hago o digo cuando la tenga delante.
Luis siente compasión con Emilia.
--si esa gorda supiera que gracias a su regalo te vas a poder tirar a esa rubia que le tienes tantas ganas… --Carlos riendo pero siente envidia.
A Luis le sabe mal pero le tiene demasiadas ganas a Juana.

Llega la tarde. Emilia espera, aunque en el fondo, una reacción de Luis. No se siente segura de querer que él sepa que ella es su admiradora secreta pero le pone muy ansiosa estar pensando si él reaccionará de alguna manera diferente.
--¿sabrá que fui yo? –dice para sí.
Emilia está distraída saliendo de la biblioteca pensando en su amado Luis. El chico está pasando. Tiene una sonrisa de satisfacción en su rostro. Se le borra al ver a Emilia. Es algo que le pone nervioso pero se comporta con naturalidad. Para por su lado y la saluda con amabilidad. Pasa de largo. Emilia suspira enamorada. Lo ama y lo desea.
--¡que guapo es¡ --dice para sí.
Emilia entra en la clase. Tanto Luis como Juan llegan juntos y son los únicos en no saludar a la gordita. Es algo que a Emilia le duele. Principalmente porque Juan siempre se burla de ella y no le gusta ver a Juan y a Luis tan divertidos juntos. Juan va hacia la ventana. Luis va hacia otra. Juan y Luis ocupan dos de las tres ventanas que tiene el aula. Asomándose van hablando entre ellos. Emilia piensa que, como quien no quiere la cosa, ella podría ponerse en la tercera, al lado de su amado. Pero es algo que no se anima a hacer. Se limita a admirar la belleza de Luis. Es muy guapo y tiene muy buen culo.
--Está buenísimo –va pensando ella para sí-- Es adorable, lindísimo. Nadie lo supera en belleza tanto externa como interna.
Durante la clase, Emilia no deja de mirarlo. Lo mira con amor pero también siente dolor porque no es un amor correspondido. Emilia se gira porque Luis está situado detrás de ella. En una ocasión, Luis se da cuenta y los ojos del chico se chocan de frente con los de ella. Emilia se ruboriza, ha sentido la mirada de Luis tan dentro. No se atreve a volver a mirar.

Al cabo de un rato, Luis va al lavabo. Jose lo sigue. El curso se acaba y no pierde la esperanza de tener una oportunidad de ver la parte más oculta de Luis. Jose ve a Luis encerrarse en uno de los wáteres como siempre. Tarda un poco pero lo oye hacer pis fuertemente. Es algo que le pone cachondo. Luego no se oye nada. Jose se queda esperándolo. Espera diez minutos y Luis no sale y tampoco oye nada.
--¿y este que hace?
Ha ido haciendo tiempo porque quería estar a solas con el guapo chico pero ya no se le ocurre nada que hacer. Y sale. Poco después ve a Luis abandonar el lavabo.
--¡que coraje¡ --piensa Jose—ni que estuviera esperando que me fuera.

Emilia busca a Luis con la mirada. Ni él ni Marta aparecen y se mueren de los celos al pensar que puedan estar juntos.

Escrito por Emilia en su diario al día siguiente
19-mayo-1992 (martes)
“Hoy ha sido la última clase. Es horrible¡ ¿qué haré ahora sin mi amado Luis? A lo mejor no lo vuelvo a ver. Eso es algo que me mata por dentro. Lo amo mucho. Él ha llegado tarde. Tenía tanto miedo de no verlo. Me he alegrado y me emocionado al verlo. Con él mi vida ha sido maravillosa y desde mañana será una porquería. Ha entregado unos papeles a sus amigos y se ha sentado detrás de ellos.
Es tan lindo. Me encanta como mueve la cabeza haciendo que no ante una pregunta de la profesora y él no sabía la respuesta. Luego, la profesora habla de un libro que nos han hecho leer y hace una referencia a la vida sexual del protagonista. Todos han reído. Yo he mirado a mi amado Luis. Me ha hecho gracia como ha sonreído él débilmente y sin despegar los labios. Luego ya ha reído más fuertemente y mostrando los dientes, por una intervención de la Bea, que pese a que alguna vez se ha sentado con él, me cae muy bien y le encanta mi Pincho. Luis es muy guapo pero cuando sonríe es todo un impacto. Yo de vez en cuando lo miraba y respira amor. Me ha hecho gracia cuando la profesora nos ha preguntado si nos ha gustado el libro.
--¿a ti también, Luis? Aunque sé que no te lo has acabado –le dice la profe.
Mi amado Luis ha protestado:
--¡hey que sí me lo he leído pero hace dos meses y ya no me acuerdo¡
Es que es un amor.
La clase ha acabado. Ellos tienen un examen de inglés. Me ha dado rabia cuando le ha preguntado a una si ella no lo hacía. Me da rabia que se preocupe de todos menos de mi. No he conseguido ser ni su amiga y eso es algo que me duele mucho. Llena de celos he entrado en el lavabo. Cuando he salido tenía ganas de verlo de nuevo, almenos saludarlo pero él estaba al final del pasillo rodeado de las golfas de la clase y me he ido triste por el final del curso y de mi bella historia de amor con Luis. Todo es tan triste ¿qué haré ahora?”

Luis y Bea están desnudos en la cama. Están en plena acción. Justo en el momento en el que el chico se está viniendo se oye un golpe. Es la puerta. Él está concentrado en lo suyo y no se da cuenta. La chica sí.
--¡Mi padre¡
Luis no necesita más. Salta de la cama totalmente desnudo. Se pone los bóxers.
--¡Ostia, Bea, me dijiste que aún no venía¡
Ella se levanta envuelta en la sábana. Se le ve muy sofocada.
--es que tenía muchas ganas de estar contigo.
Él la mira pícaro. Se pone el jersey.
--bueno, después de un buen gusto no pasa nada si uno recibo un susto –dice él.
Ella le va dando toda la ropa.
--¡ni loco, no quiero que mi padre sepa que me he acostado contigo¡ ¡di que hacíamos un trabajo
Se abre la puerta. Luis y Bea se asustan pero a los dos se les relaja la cara al ver que es un chico.
--¿qué es esto? Papá está en la cocina.
Luis con la ropa en la mano:
--No preguntes, macho, y échale un cable a tu hermana.
-si claro.
El chico se lleva a Luis hasta su cuarto. Luis se viste tranquilo.
--dile a tu viejo que somos amigos ¿eh?
--si claro pero ¿vas en serio con mi hermana?
Luis sonríe pícaro y dice:
--¿te digo la verdad o te miento?
El hermano se muestra algo incómodo pero no dice nada.
--gracias por todo, Pedro es que te llamas ¿no?
Pedro hace que sí con la cabeza. Luis le ofrece su mano. Encajan sus manos. A Pedro le incomoda la situación pero no dice nada.