1 de Agosto de 2008

“En los personajes extremos tengo más libertad para actuar”

Juli Fábregas (Calella, 1972) lleva casi quince años trabajando en televisión. Es un rostro conocido de la pequeña pantalla y ha trabajado también en cine y teatro. Tras pasar por series como “Hospital Central” o “El Grupo”, está inmerso en otras dos series, “Zoo” y “Planta 25”. Tiene nuevos proyectos tanto en televisión como en teatro y nos cuenta cómo ha llegado a dedicarse a esto.



¿Cómo has llegado a esto?

Bueno, todo empezó en mi pueblo, en Castella, tendría alrededor de doce años y fue ahí donde empecé a hacer algo de teatro en una escuela donde se representaba una obra, que gustó muchísimo a todo el mundo. A partir de ahí, me di cuenta de que esto me encantaba y estuve como seis o siete años más haciendo pequeñas obras de teatro. Era un trabajo muy especial, me encantaba y además, me iban dando personajes diferentes que ampliaban mi visión de la interpretación. Ahí fue cuando pasé a realizar algo de teatro amateur.



¿Con qué obra comenzaste en el teatro amateur?

Con la obra “Olviden los tambores”, de Ana Diosdado. Fue una experiencia maravillosa que incrementó mis ganas de actuar. Paralelamente a estas actividades, todo era muy normal en mi vida cotidiana. Entré de lleno en el grupo de teatro de Calella, seguí con mis estudios y jugando al baloncesto con mis amigos.



¿Cuántas obras representabais?

Eran como seis o siete al año. Claro, ya se estaba convirtiendo en parte importante de mi vida. Seguí así hasta que llegó la selectividad y la ocasión para empezar una carrera universitaria.



¿Qué carrera comenzaste a estudiar?

Comencé a estudiar Historia del arte, ya que mi idea siempre había sido acabar como profesor. A la vez que estudiaba, me presenté a las pruebas de la Escuela de Arte Dramático. En principio me presenté para formarme, en aquel momento no contemplaba aún el hecho de dedicarme en cuerpo y alma a esto. La verdad es que lo primero fue una prueba escrita y no la pasé. Entonces pensé que debía preparármelo mejor y decidí no seguir estudiando la carrera de Historia del Arte, porque más que ser profesor, lo que me hubiese gustado ser era Indiana Jones y como profesor de Historia del Arte no lo iba a conseguir, pero como actor quizás sí. Así que dejé la carrera y me apunté en una escuela de teatro mientras esperaba a las pruebas.



¿Cuánto tiempo estuviste en aquella escuela?

Pues solamente dos meses, porque enseguida me llamaron para un casting. Era para una serie de la TV3 llamada “La Rosa”. Así, que sin pensármelo dos veces, dejé la escuela y me fui a la serie y a partir de ahí todo se fue desencadenando de una manera u otra.



¿Cuándo fue el momento en que pensaste que la interpretación era una profesión?

Pues en el momento en el que me cogieron para la serie y me vi metido de lleno en el plató. Al principio no me lo podía creer del todo, pero estar rodeado de tanta gente profesional trabajando te hace pensar: “joder, esto va en serio”



¿Te costó adaptarte al formato televisivo tras haber hecho tantísimo teatro?

Yo creo que en mi caso fue algo bastante rápido, porque había hecho mucho teatro amateur y había experimentado mucho, había probado muchas cosas. Está claro que cine, teatro y televisión son tres géneros diferentes pero que tienen unos códigos muy marcados que puedes entender enseguida. El terreno que quizás más domino es evidentemente la televisión, ya que llevo catorce años trabajando en el medio. En la televisión todo es mucho más rápido que en el cine, todo es para hoy. Muchas veces ni siquiera puedes ensayar, no te puedes preparar más el personaje.



Has hecho muchos personajes en televisión, tanto en tramas largas como en personajes episódicos ¿Cómo encaras los personajes a la hora de ponerte a trabajar?

Depende del proyecto. En los personajes episódicos tienes muy poco tiempo para preparártelos, es llegar, grabar e irte. Hacerlo y punto. En las tramas largas te lo vas encontrando, vas viendo los gestos, puedes formar más el personaje. En las tramas largas tienes mucho tiempo para ir cogiendo información sobre tu propio personaje. Las tramas largas tienen también algo de peligroso, que puedes llegar a perder la perspectiva.



¿En qué medio encuentras más libertad?

En televisión, porque es el medio que más he trabajado. Me siento muy cómodo gracias a la experiencia.



¿Cuál es el trabajo que más te ha marcado?

La verdad es que no podría decirte sólo uno. Hay varios tipos de personajes. Cuando empecé, por ejemplo, era la primera vez que actuaba en televisión y ese personaje me costó sacarlo, por eso le tengo especial cariño. Al hacer la serie “Happy House”, pude desarrollar más mi vis cómica y también lo recuerdo de una manera especial Yo creo que en general todos los trabajos me han marcado de un modo u otro, todos los personajes me han aportado algo. Por ejemplo, de “Happy House” y ese rol cómico, pasé a hacer la serie “El Grupo”, de Telecinco y también era un personaje totalmente diferente, mucho más serio y contenido. No hay un personaje en concreto. Incluso el último que he realizado para “Cuéntame”, era muy intenso.



¿Te gustan mucho los personajes extremos o prefieres los más cercanos a la comedia?

Me gustan ambos, y es curioso, porque trabajo mucho entre Barcelona y Madrid y me suele ocurrir que las comedias me las dan en Barcelona y los papeles de “malo” me los suelen dar en Madrid. Me siento cómodo en ambos registros. Los personajes extremos me dan muchísima libertad para ir probando cosas nuevas como actor.



¿Hasta qué punto crees que la formación es importante en esta profesión?

Yo empecé haciendo cursos. No pude entrar en ninguna academia durante largos periodos de tiempo, pero siempre que podía me apuntaba a dar cursos pequeños, porque te ayuda mucho.



Al trabajar tanto en televisión, ¿cómo ves el momento actual de la televisión en España?

Estamos en un proceso de transición que acabará yendo hacia el modelo que existe actualmente en Estados Unidos, dando más presupuesto y calidad a las series. Siempre solemos ir detrás de ellos y ahora es posible que estemos haciendo lo mismo, pero creo que la televisión va a evolucionar favorablemente.



¿Cuál ha sido tu último trabajo en teatro?

La obra “Oscar, Una maleta, dos maletas, tres maletas”,de Abel Folk. Ha sido una comedia muy divertida, llevamos más de un años. También hubo otra obra que me gustó mucho llamada “Debajo de las faldas”, donde hacía ocho papeles y fue una experiencia genial.



¿Ha habido algún momento en que te hayas planteado dejar la profesión?

No, pero sí hubo un año de parón debido a que realicé una serie para TVE, “Luna negra”, que se emitió al año siguiente de grabarla. Estuve ese tiempo sin trabajar y fue una circunstancia curiosa ya que mientras se emitía estaba en el paro y no me llamaban porque creían que estaba trabajando en ese momento. Incluso la gente me veía por la calle y me hablaban de mi trabajo creyendo que era algo actual. Yo en el paro, recibiendo felicitaciones. Curioso. Mas tarde volví a tener más trabajo que nunca.



¿Qué le aconsejarías a alguien que quiere empezar en esta profesión?

Que se lo curre mucho y que no se desanime, es una profesión muy dura. Es muy bonita, pero mucho más dura de lo que la gente cree. Que se forme todo lo que pueda.




Entrevista realizada por Jorge Dantart


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