miércoles, 22 de febrero de 2012

Capitulo 26



Luis mira emocionado a Emilia y en su cabeza retumban las palabras de Carlos: Yo la violé, puedo ser el padre de su hijo. A pesar de sus dudas no permite que Emilia se dé cuenta:
--yo no te hice daño. ¿no me crees?
--eso ya no importa.
--cásate conmigo.
Emilia lo mira sorprendida:
--no.
--quiero estar con el niño.
--y lo estarás si quieres pero yo no te obligaré a estar a mi lado.
--es que tú no me obligas yo quiero intentarlo a pesar de...
Luis se calla.
--di, ¿a pesar de qué? --le pide ella.
Luis se lleva a Emilia a un apartado para que nadie los oiga:
--sé lo que te hizo mi hermano pero acepto a tu hijo sea de quien sea.
--¿de qué hablas? ¿¿cómo te atreves a dudar de mí si tú has sido el único hombre en mi vida?
Luis la mira muy triste y le dice:
--no dudo de ti. Carlos me confesó que te violó.
Emilia está horrorizada:
--¡¡es mentira¡ ¡¡trató de violarme pero no lo logró¡¡
--Emilia no hace falta que me mientas. Da igual de quien de los dos sea tu hijo. Será mío para todo el mundo.
Emilia está desesperada:
--es tuyo. No me hizo nada. ¡¡te lo juro¡
Y a Luis le parece demasiado bonito para ser verdad y no puede creer en ella:
--seguro, no hace falta que me mientas. Yo quiero estar a tu lado. Ahora somos libres. Nadie nos separa.
Emilia se siente tan enamorada que no puede rechazar a ese hombre:
--Carlos no logró nada. Me fui porque pensé que tú no me querías volver a ver. Si fuera así, si tu hermano me hubiera violado, no podría volver contigo.
Luis la besa y ella se olvida de todo.

Y en la intimidad de aquella casa hacen el amor. Luis y Emilia están desnudos y felices después de haber hecho el amor:
--me crees ahora?
--siempre creeré en ti. --dice él tragándose su dolor-- ¿te casarás conmigo?
--no.
Luis la mira con mucho cariño:
--porque si tú me amas?
--porque no estoy segura que tú me ames o estés conmigo por el niño. Yo quiero estar a tu lado. Soy feliz así. No te pido nada más. démonos un tiempo.
Y Luis sonríe y la vuelve a besar.

























Al día siguiente, Luis y Emilia han pasado la noche juntos. Y él está feliz pero no del todo. La sombra de su hermano lo está matando. Carlos va a despedirse de su hijo antes de irse de luna de miel. Hablan en un pequeño jardín que tiene la casa en la parte delantera. El hombre sabe que su hijo está con Emilia y se extraña de no verlo feliz. Y sin darse cuenta que Emilia está cerca escuchando le cuenta a su horrorizado padre que Carlos violó a Emilia y que la duda de la paternidad lo está matando.
--yo voy a cumplir con ella y espero hacerla feliz pero siempre que mire a su hijo pensaré que es hijo de una bestia que fue mi hermano pero me tengo que casar con ella.
--si no estás seguro que sea hijo tuyo, no estés atado a ella.
--todo esto que le pasó es mi culpa. Carlos la violó para lastimarme a mí.
Emilia se enfurece y se enfrenta a los dos:
--¡¡no los quiero ver a ninguno de los dos¡¡
Carlos deja sola a la pareja. Luis trata que Emilia se calme:
--¡¡si tu no crees que sea tu hijo pues yo no tengo nada qué hacer¡¡
--es que me da igual quien sea el padre --suplica desesperado.
--¡¡pues a mi no me da igual¡¡ ¡¡aquí acaba todo. Pudo ser muy hermoso pero tú acabaste con todo¡¡
Emilia huye y Luis detrás de ella pero la pierde entre las calles. Luis está seguro que en la tarde podrá hablar con Emilia y que todo se aclarará pero la mujer desaparece de nuevo.

Luis visita la tumba de su hermano:
--debes estar feliz, debes estar riéndote de mi desgracia. Emilia puede que esté esperando un hijo mío pero gracias a la duda que me sembraste al violar a Emilia pues acabaste con mi vida.
Y Juan que llegaba en ese momento con una flor lo ha escuchado todo:
--¿Carlos te dijo que violó a Emilia?
--sí. Él me lo confesó.
--No es verdad. No pudo.
Luis mira al amigo de su hermano y también cuñado con el rostro desencajado:
--¿¿qué?
--Estaba furioso, se enojó conmigo porque no lo apoyé. Quería hacerles más trastadas pero Emilia ya se había ido. Si esa mujer está embarazada no puede ser de Carlos ¡¡de Carlos no¡¡
Y Luis se lleva las manos a la cabeza. Está feliz al saber que la hija que espera Emilia es suya pero le aterra la idea de haberla perdido para siempre. Se molesta con Juan:
--¿¿y porqué no me dijiste antes?¡
--¿¿¡y yo como iba a saber que Carlos te dijo esto?¡ Pilar no me contó nada.
-- Es que no quería hacerle esto a Emilia. Era muy penoso como para que se supiera.
--todo esto es mi culpa, es que yo una vez vi tan mal a tu hermano que le pagué una puta sin que él lo supiera, se puso tan mal al saberlo que no me atreví a decirle que fui yo y le dije que fue cosa tuya. Juró vengarse.
--eso no importa ya, ahora me has devuelto la vida.
Luis abraza a Juan y se va corriendo.

El gordito está muy ansioso y se presenta en el hotel en el que Elisa y Carlos están de noche de bodas. Elisa no sólo está molesta por la interrupción sino que se niega, por más que Luis ruega, a decir dónde está su hija.
--Ella no quiere saber de ti. ¡¡ya déjala en paz¡¡ ¡¡no sé que le has hecho está vez pero la has perdido para siempre.
Luis se hunde. Elisa se va. Luis desesperado pide ayuda a su padre:
--¡¡papá me tienes que ayudar. ¡¡Metí la pata. Carlos me mintió, no la violó, la hija de Emilia es mía¡¡
--¿estás seguro?
Luis está feliz y ansioso:
--¡¡sí, sí¡ ¡¡me tienes que decir dónde está¡¡
--no lo sé pero lo averiguaré y te lo diré.
--mi hija, si es mi hija. Voy a ser papa --dice con ilusión.

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