miércoles, 22 de febrero de 2012

Capitulo 23



La madre superiora está muy sofocada:
--yo no me esperaba eso de su hija. Yo la acepté en el convento de muy buena fe aunque no estaba segura que esto fuera lo suyo pero no me esperaba está traición.
Luis está muy ansioso:
--¿¿dónde se fue ella??
--no lo sé, hijo. A la que el médico nos confirmó que estaba embarazada la tuvimos que echar. Imagine que escándalo si la gente lo descubre. ¡¡Dios mío¡¡
La monja se santigua. Luis está muy ilusionado. Recuerda esa mañana de pasión:
--un hijo, voy a tener un hijo¡
El rostro de Luis se llena de lágrimas. Aunque ya se había hecho a la idea que nunca tendría un hijo ese era en realidad el sueño de su vida. Elisa está aturdida. Con las manos en la cabeza y el rostro desencajado dice:
--¡¡que vergüenza¡¡
--¡¡usted me tiene que decir dónde está su hija¡¡ ¡¡usted lo tiene que saber¡¡ --Luis desesperado.
--¿¿crees que si lo supiera te habría traído aquí para pasar este bochorno?? –Elisa sofocada.
La futura abuela y el futuro padre están muy alterados. La madre superiora trata de calmarlos:
--seguro que se han cruzado en el camino y Emilia debe estar ya en su casa preguntándose por ustedes.
--mi hijo, voy a ser papá¡
Con rencor Elisa dice al que es casi su hijastro:
--¡¡aléjate de ella. Le has hecho mucho daño.¡¡
--¡¡no me puedo alejar de ella porque espera un hijo mío¡
--¿¿y de qué vale eso si estás casado y hasta dónde yo sé tu esposa se está muriendo??
Esto impacta mucho a la madre superiora. Se santigua:
--¡¡madre del amor hermoso¡¡ ¡¡Esto es obra de Satanás¡¡
Luis defiende a su hijo, su pasión por Emilia:
--¡¡Emilia me ama. Yo he sido el primer hombre en su vida y no me voy a separar ni de ella ni de su hijo¡¡
--¡¡no seas irrespetuoso, hijo¡ ¡¡¿¿cómo han podido hacer una cosa así?? ¡¡es el hijo del pecado¡¡ --monja.
--¡¡es el hijo del amor y yo sea como sea le voy a cumplir a Emilia¡¡
Luis mira a la monja y a Elisa que ambas están sofocadas:
--No me arrepiento de lo que hicimos. Yo aquel día sentí que era el primer día del resto de mi vida y no me equivocaba ¡¡Papá, voy a ser papá¡¡ ¡¡Yo voy a buscar a Emilia. Yo confío en su amor y sé qué podremos estar juntos con nuestro hijo¡¡

Y Luis se va decidido a luchar por Emilia. Elisa está pálida, la madre superiora dice:
--su hija se ha condenado. ¡¡No me esperaba esto de ella¡¡ ¡¡qué vergüenza haber tenido entre nosotros a una cualquiera¡¡ ¡¡yo debí rechazarla. sabía que no valía para esto pero me venció la caridad cristiana¡¡
Y Elisa se cansa de oír reproches de su hija y saca la cara por ella:
--¡¡no¡¡ ¡¡eso sí que no¡¡ ¡¡que mi madre dejó a Emilia buenas tierras y una casa que ustedes se han quedado así que la cosa no fue de gratis¡¡
Elisa se va y la monja se queda rezando. Le pide a su Dios que salve a esa familia de pecadores.


Luis llega a la ciudad y busca a Emilia. No la encuentra y llega a su casa porque quiere hablar a su esposa. Nada más llega se encuentra con Pilar que se ha quedado cuidando a la supuesta enferma. María de los Ángeles se hace la dormida y así los dos hermanos hablan de Emilia con tranquilidad.
--¡¡no pudo haber desaparecido¡¡
--¿y qué dice doña Elisa? –Pilar.
--que no lo sabe y que si lo supiera tampoco me lo diría.
--todo se arreglará, un hijo es para toda la vida.
--Debió haber sido muy duro para ella saber que iba a ser madre sola en ese convento ¡¡y yo que dudé de ella¡¡ --Luis.
--Emilia te debe haber querido mucho. Te amaba tanto que al saber que eras de otra se metió a monja y luego a pesar de todo se entregó a ti. Debió sentir mucha culpa.
Luis siente emoción, tristeza, angustia, culpa.
--¿y ahora qué va a pasar? –Pilar.
--No lo sé. Tengo que hablar con María de los Ángeles. Ella tiene que saber que voy a ser papá y…
Luis no acaba la frase ya que María de los Ángeles sale en ese momento del cuarto. Está llorando. Luis se asusta al verla. No sabe qué decir.
--Lo he oído todo --dice ella.
--Lo siento. Yo te juro que no sé cómo pasó pero no voy a desamparar a mi hijo pero tampoco a ti.
--¿porque me estoy muriendo? –muy triste.
Luis besa las manos de su esposa:
--lo siento mucho pero tienes todo mi apoyo, hagamos como si nada. Yo estaré a tu lado.
Y María de los Ángeles sufre al pensar que Luis no desea estar a su lado:
--tranquilo, no tienes que estar conmigo hasta que me muera.
--no digas eso. Yo juré ante el altar que estaría contigo hasta la muerte y lo voy a cumplir.
Pilar los deja solos. El matrimonio habla con pena. María de los Ángeles lo acaricia:
--me has dado los mejores años de mi vida y lo único que siento es que sea otra la que te dé un hijo.
--te juro que ha sido un accidente. ¡¡no te quería fallar¡¡
--me alegro por ti y espero que esa otra te haga feliz. Yo te daré el divorcio.
--No ¡¡no quiero que estés sola en tu final¡
--es que no me voy a morir.
--¿¡cómo?¡
--tu madre odia a Emilia y entre ella y tu hermano me presionaron para decir esta mentira pero en realidad no me pasa nada.
Luis se ha quedado de piedra:
--es una broma no?
--No.
Luis se lleva las manos a la cabeza. Se enfurece.
--¡¡¡¿cómo me has podido hacer una cosa así?¡¡¡
--lo siento. Los celos me volvieron loca. Yo…
El primer impulso de Luis es hacer su maleta con violencia.
--Luis, no acabemos las cosas así.
Luego él se calma:
--es que no tienes ni idea de lo mal que me sentí. Para mi fue muy especial lo que viví con Emilia. Yo no lo planeé pero pasó y luego pensar que tú te ibas a morir ¡¡y era mentira¡¡
--sé que es esto lo que me merezco pero lo hice por amor.
Luis se calma:
--en realidad no te puedo reprochar nada. Yo te falle y tú me has fallado. Estamos en paz.
--¿y ahora?
Luis cierra su maleta:
--yo me voy a un hotel.. Tú te quedas aquí hasta que decidimos qué hacer pero espero que no te opongas al divorcio.
--¿te vas a casar con la madre de tu hijo? --dice llorosa.
--sí --sentencia Luis.
Y seguro el guapo gordito abandona su casa con la maleta pero no está triste sino feliz. Por fin se va a cumplir su sueño de ser padre, de tener una familia. No deja de pensar con Emilia y en ese momento que compartieron y en el que ocurrió algo especial, algo que deja huella. Y no sólo el bebé que ya crece en el vientre de Emilia.

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