miércoles, 22 de febrero de 2012

Capitulo 25


Luis está solo en una habitación de hotel acariciando los recuerdos de su noche de amor con Emilia. Le gustaría pensar que fruto de esa noche nacerá su hijo y no fruto de la cochinada que supuestamente le hizo su hermano. Luis tiene algo claro:
--¡te encontraré¡ ¡¡estés donde estés te encontraré¡

3 meses después...
--todos los detectives que he contratado y todos me dicen los mismo. ¡¡no hay rastro de Emilia¡¡ ¡¡papá, tú me tienes que ayudar¡¡ ¡¡no es posible que Elisa no sepa nada de su hija¡
--yo estoy seguro que no se han visto pero están en contacto pero no me lo va a decir.
Y lloroso Luis dice:
--¿y entonces me tengo que resignar a perderla? Yo estoy a punto de ser un hombre libre y le puedo ofrecer un hogar a ella y a su hijo.
--dirás tu hijo.
--si claro --dice Luis con amargura.
--seguro que la amas ¿no es por el niño?
--no lo sé pero quiero mi oportunidad, me lo merezco. Yo fui el primer hombre en su vida y fue muy especial. Quiero vivirlo almenos quiero intentarlo.
Carlos acaricia a su hijo muy paternalmente:
--sé como te ayudaré.
--como?
--me caso con Elisa.
Luis sonríe. Padre e hijo se miran con complicidad.

Días antes de la boda, Carlos y Elisa han ido de compras. Están ultimando todos los detalles. Alguien los sigue desde un coche: son Encarnación y su hijo Carlos. Los dos se miran. Se sonríen. Y cuando la pareja de enamorados cruza el coche se lanza a por ellos va a arrollar a ambos pero Carlos padre empuja a Elisa salvándola pero él queda malherido. El coche de Asunción se estrella y ella se vuelve loca al descubrir que su hijo Carlos está muerto.

Elisa apoya a Luis en el entierro de su hermano que pese a todo lo que le hizo sufre por su muerte.
--que Dios te perdone hermano porque yo no puedo.
Elisa y Pilar, cada una de un lado, lo abrazan. Pilar en silencio recuerda aquella vez en que su hermano la acusó de ser prostituta ante su padre y como su hermano se burló de ella entonces:
--yo si te perdono, hermano. --susurra.
Luis cae de rodillas ante la tumba y llora:
--¡¡mi padre en un hospital luchando por su vida, mi madre en un manicomio ¿¿qué paso con mi vida??
Elisa trata de animarlo:
--No todo es malo. Tu padre se salvará y nos casaremos.
Luis mira a Elisa con ojos llorosos:
--¿Y Emilia?¿qué ha sido de ella? Ella ha sido lo único hermoso que me ha pasado en la vida. Sólo ella puede salvarme. Ya soy un hombre libre, no tiene caso estar alejados.
Elisa lo mira con pena:
--ella sabe porque hace las cosas. No quiere saber de ti.
A Luis eso le duele y mucho:
--¿y el niño?
--Ella dice que es solo suyo. No quiere hablar del tema.
Luis mira la tumba de su hermano recordando cuando éste le confesó que violó a Emilia. LLora deshecho. Pilar acaricia a su hermano y habla a Elisa:
--por favor, no se meta entre una pareja. Diga dónde está su hija. ¿Es que no le da pena mi hermano?
Elisa acaricia a su hijo:
--si lo supiera te lo diría pero es que no lo sé.
--Yo no creo eso --dice él con un hilo de voz.
--es verdad. Me llama ella pero no me dice dónde está, sólo sé que bien pero tranquilo. Vendrá a la boda. Entonces podrán hablar.
Y el corazón de Luis palpita fuertemente al pensar que verá a Emilia. Elisa deja solos a los dos hermanos. Luis mira la tumba de su hermano con dolor:
--¿¿porqué me hiciste esto? yo creí que eras mi amigo a parte de mi hermano y destruiste mi vida.
Pilar tiene muy abrazado a su hermano:
--ya olvida. Podrás ser feliz a Emilia.
Y Luis tiene una gran pena:
--¿y de verás podré olvidar que su hijo no es mío sino fruto de la violación a la que la sometió mi hermano?
Pilar mira a su esposo que está a lo lejos.
--porque no hablamos con él?, seguro que Juan…
Luis no duda de su hermano.
--No quiero que se lo digas, es demasiado doloroso y vergonzoso.
--ella no tiene la culpa de nada. Además no olvides que hay las mismas posibilidades que sea hijo tuyo.
--lo sé y Emilia jamás sabrá de mi amargura porque Carlos manchó lo que podía haber sido algo muy bello.
Luis llora derrotado por el dolor y Pilar lo acaricia y lo besa.

Y un mes después, a pesar que va con muletas, se celebra la boda de Carlos y Elisa. Precedida del hijo de Pilar y del brazo de Luis la mujer entra en el ayuntamiento. Luis no hace más que mirar atrás esperando el momento de la llegada de Emilia. Ésta aparece justo cuando ya los novios están juntos. Se acerca con una barriga que se hace notar, mira enamorada a Luis aunque con disimulo y se pone al lado de Luis y éste se da cuenta de lo mucho que le importa esa mujer. No puede esperar más y se pega a ella, Emilia tiembla pero no quiere que él lo note. Luis habla en un susurro:
--tú y yo tenemos que hablar --dice él.
--Ahora no es el momento.
Y los dos se quedan juntos viendo como sus padres se convierten en marido y mujer. Se miran, Luis le guiña el ojo y ella suspira. Carlos y Elisa salen del edificio convertidos en esposos. Mientras los pocos invitados de la ceremonia les tira arroz Luis toma de la mano a Emilia y dice:
--Carlos me hizo creer que no fuiste a nuestra cita, recién me enteré que años atrás se burló de ti y dijo que era en mi nombre. Yo te juro que yo no sabía nada.
Luis pone la mano en el vientre de Emilia:
--quiero ser un padre para el niño.
--Es niña.
Los dos se miran emocionados.

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